Cuento para Salma...

La llave Mágica Martín era un niño que ya se había hecho tan mayor, que aquel cumpleaños su padre le regaló un libro ¡sin dibujos! El pobre niño quedó un poco decepcionado, pero al notarlo su padre le dijo: - Este no es un libro cualquiera hijo, es un libro mágico. Pero para descubrir su magia, tendrás que leerlo. Eso estaba mejor, porque a Martín le gustaban todas las cosas mágicas, así que empezó a leer el libro, aunque no tenía muchas ganas. A la mañana siguiente, su padre le preguntó: - ¿has encontrado ya la llave mágica? ¡Así que tenía una llave!. Martín corrió a hojear el libro buscándola, pero no había ni rastro. Volvió muy contrariado, pero su padre le advirtió: - Así no la encontrarás. Tienes que leer el libro. Pero Martín no tuvo mucha paciencia, y dejó de leer, pensando que su padre le había engañado para hacerle leer un poco más, como le había estado diciendo el profesor. Poco después, su hermana Ángela, sólo un poco menor que él, le pidió el libro para tratar ...